Mi nombre es Agustina, y el de mi novio es Walter. Nuestra Clara, iba a nacer en este mes de Abril. El 3 de febrero fuimos a una ecografía, simple de rutina y nos dijeron que Clari no tenia el peso ni tamaño adecuado para sus casi 30 SDG. Además, me hicieron un doppler donde se veía que no le estaba llegando la suficiente sangre, ni nutrientes. El 5 de febrero decidieron interrumpir mi embarazo con una cesárea porque ella tendría mas posibilidades fuera de mi útero que dentro. Hasta el 16 de febrero en la mañana todo iba muy bien dentro del fragor difícil de ver a tu bebe en la UNCI pequeña, frágil y no poder hacer nada, solamente darle mucho amor.
Ese día en pocas horas todo se volvió negro, pasado el medio día ella decidió dejarnos, irse a otro plano. Con ella se fue un pedazo de nosotros, el dolor y el vacío mas fuerte que puede sentir un ser humano. Nos duele todos los días, la lloramos, la sentimos, pero estamos tratando de sanar y de vivir el duelo desde el amor. Conectando de la manera que nos sale con nuestro ángel de la guarda para siempre.
Nuestros hijos en el cielo, jamás se alejan de nosotros, nos eligen porque estamos preparados para soportar el tsunami y transformar el dolor en un amor que JAMAS terminará, que será eterno, incondicional y superará cualquier plano, momento o lugar.
No se rindan
Gracias por compartir con la comunidad de Madres Fénix, es enriquecedor aprender unas de otras, saber que somos muchas las elegidas alrededor del mundo para vivir una maternidad especial que trae consigo grandes regalos y aprendizajes. Permítete descubrir esta visión de amor.